Nos gusta viajar, movernos, estar de paso... como el pensamiento. A veces habitamos sitios imposibles por milésimas de segundo. A veces habitamos sitios sin colores que todos conocemos.
Son individuales, de a dos, en pareja, en grupo. A veces son largas, en silencio con una única conversación interna sin palabras, sin imágenes. A veces, también, las pasamos conversando, haciendo poesia conjunta, en un sin fin de pasos coordinados, bailando con el otro.